Las dos opciones, reversión de la vasectomía y la recuperación de espermatozoides testiculares por punción para un posterior tratamiento de in vitro (ICSI) son buenas alternativas para ser padre después de una vasectomía. Cada una tiene ventajas y desventajas. En el caso de la reversión de la vasectomía se requiere de un único procedimiento en el hombre y las parejas pueden luego intentar lograr un embarazo cada mes y en forma natural. Por el otro lado un ICSI implica que a ambos, hombre y mujer, se les realizará un procedimiento y a la mujer además se la estimulará con medicación. Una ventaja del ICSI es que posiblemente las parejas puedan lograr un embarazo mas rápido que con una reversión de vasectomía. Se recomienda realizar un ICSI con espermatozoides recuperados del testículo cuando se anticipa que la reversión de la vasectomía será muy dificultosa, cuando la mujer tiene una edad avanzada desde el punto de vista reproductivo, o cuando además hay factor femenino contribuyendo a la infertilidad de la pareja. En resumen, las circunstancias de cada pareja son únicas y necesitan ser determinadas en forma individual. El objetivo debe ser asistir a las parejas a lograr un hijo más allá del camino que ellas elijan.
Luego, evaluar los posibles problemas psicológicos que influyen en la génesis y evolución de la disfunción sexual como los factores diádicos, conocer la relación conyugal tanto en lo sexual como no sexual porque de la interacción de la pareja dependerá el éxito del tratamiento. Factores individuales, la timidez, la falta de experiencia, la inseguridad, el sentimiento de culpa, falta de estímulo suficiente para el acto sexual, causas profundas intrapsíquicas, estados depresivos, mitos, orientación homosexual son otros factores que influyen en la erección No dejar de lado que estamos insertos en el mundo y nuestra sexualidad es afectada por causas ambientales, familiares, laborales, por el pasado y el futuro provocando estrés y ansiedad.